Derecho de familia
Trabajamos las relaciones personales y patrimoniales entre los distintos miembros de la familia.
Trabajamos las relaciones personales y patrimoniales entre los distintos miembros de la familia.
El Derecho de Familia es la parte del Derecho Civil que regula las relaciones personales y patrimoniales entre los distintos miembros de la familia: en especial, las relaciones conyugales (y cuasiconyugales), las relaciones paterno-filiales (padres-hijos), y las relaciones de parentesco, así como también las de carácter patrimonial (gananciales, separación de bienes, etc.).
Este es uno de los ámbitos jurídicos al que nuestro despacho se ha dedicado especialmente desde que su titular, Gloria Reales, lo fundase en el año 1991. Por ello, Bufete Reales posee 30 años de experiencia en la tramitación de cualquier tipo de procedimiento judicial relacionado con el derecho de familia. Es esa experiencia la que nos diferencia y nos permite ofrecer unos servicios de calidad a través de profesionales altamente cualificados.
Dedicar tres décadas al derecho de familia conlleva la adquisición de unos conocimientos jurídicos concretos y de una experiencia que no se consiguen tramitando ocasionalmente algún que otro procedimiento de separación o divorcio, de modificación de medidas paternofiliales, de liquidación del régimen económico matrimonial, etc.
La calidad en el servicio es un principio irrenunciable para nosotros, y ésta sólo se consigue mediante un trabajo basado en la experiencia, profesionalidad y empatía con el cliente. Son estas notas las que nos diferencian de otros despachos, sobre todo de aquellos que ofertan separaciones, divorcios y demás procedimientos de familia a precios irrisorios.
Otros despachos cuentan con tarifas muy reducidas pero, ¿por qué unos precios tan bajos? La respuesta es sencilla: menor calidad y profesionalidad del trabajo. Acudir a este tipo de servicios provoca, a la postre, el surgimiento de numerosos problemas, ya que los convenios (de separación, de divorcio, de modificación de medidas, de liquidación de gananciales, etc.) y demás documentos no son más que simples formularios utilizados por igual para cualquier procedimiento, con una deficiente redacción y un peor contenido.
Con el tiempo sale a la luz la nula calidad del servicio y surgen las perniciosas consecuencias jurídicas, personales y económicas para el cliente.
Evidentemente, ese tipo de trabajo no puede compararse con otro basado en reuniones con el cliente y el abogado contrario, análisis detallado de documentación, previsión de consecuencias futuras, redacción cuidadosa de documentos, etc.